"Skylines" representan un nexo entre dos mundos técnicamente opuestos y que sin embargo coexisten de manera habitual: arte urbano y arquitectura.

El primero de ellos – el arte urbano – está plasmado mediante un fondo realizado en spray/graffiti y colores exageradamente intensos. Es la consecuencia de un chute de energía artística reflejada de manera inmediata sobre un soporte urbano. En contraposición al mundo impulsivo del graffiti está la arquitectura, resultado de una proyección meditada, una ejecución a medio y largo plazo y grandes dosis de ingeniería. El mundo arquitectónico queda patente en la obra mediante líneas meticulosamente pintadas que representan un skyline simbólico y destaca (o se funde, según se mire) sobre el fondo de spray.

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