Al igual que las pinturas de “Orbits”, en “Orbits Piezas” existe una dualidad expresiva. La realización del trazo sigue el mismo proceso improvisado, a mano alzada y limitado a los 60 segundos de línea ininterrumpida. Sin embargo, aunque el color da un aspecto mucho más espontáneo que en los primeros, su posición y su tonalidad están profundamente estudiados. Cada obra tiene un esquema de colores inspirado en cuadros específicos de artistas como Kandinsky, Picasso, Miró, Calder o Mondrian, donde la disposición de los colores en mis cuadros la determino mediante un análisis y una síntesis de los colores predominantes en las obras de estos artistas, y que posteriormente traslado a mis obras como si fueran puntos de coordenadas. Los tramos coloreados son elegidos en función de su posición y tamaño y se convierten en “piezas gamberras” que extruden de su punto inicial y rotan sobre si mismas, para quedarse sobre-elevadas unos centímetros sobre el lienzo aportando movimiento y tridimensionalidad.